Ya reconosco mi olor en los muebles se donde está el cepillo y puedo dormir con la luz apagada. Cada día mas ropa amontonada, a cada segundo, mas yo.
lunes, 2 de marzo de 2009
Como niña, me acosté en la cama para dormir, con la luz prendida y suplicando no tardar para entrar en el sueño, no despertar en la madrugada y amanecer sin esa sensación pesada en los ojos, la cabeza y el pecho. Y como niña, inocentemente noté que nada pasaba al juntar mis manos y cerrar los ojos.